Y ya se consume la memoria; se abrieron nuevos caminos.
Recojo y ordeno los pedazos que quedan de mi. No me moldeo esta vez, no puede ser que todo sea como pretendés. Vuelvo tal cual soy. Empiezo a demostrártelo.
Lleno ese vacío que tanto te gustaba con alegría, con sonrisas, con pícaras miradas que recorren el interior de una habitación que poco a poco se llena. Me sorprende que vos no llegues,
Te habrás quedado en el camino?
Te habrás arrepentido?
Solo queda volver a empezar, del alma al alma, del polvo al polvo, de la ceniza a la ceniza.
De la tierra a la tierra, y lagrima por lágrima retomo ese camino, que alguna vez dejé olvidado. Esas cosas que dejé -mejor dicho, que cambié- por un recóndito espacio en tu corazón; hoy allí queda solo miseria...